Me encanta. Y Potsdamer Platz. La sorpresa de "Where are we now?" todavía me tiene conmocionada, jesusito. Y fue llegar a Berlín y encontrar la ciudad empapelada de carteles de esta exposición que, por supuesto, fuimos a ver. Más que una exposición, es una experiencia audiovisual orgásmica. Te colocan unos auriculares Sennheiser de los buenos, y a fliparlo con todo: los trajes (están TODOS), los vídeos, los cuadros que pintó cuando vivía en Berlín con Iggy Pop,... Salimos noqueados de allí. Para colmo, te pillan a la salida y te ofrecen hacerte una foto gratis, a la que le superponen el rayo de "Aladdin Sane" y te la mandan ipso facto a tu correo electrónico. Gran recuerdo para mitómanos como nosotros. Deberías ir. La han ampliado hasta el 24 de agosto. Ahora sólo quiero escuchar los discos de Bowie, estoy en trance. Besos!
Qué maravilla, qué ganas de ver esa exposición, Lu. El año que viene, con un poco de suerte, lo podré hacer en París. Visité Berlín hace unos años y me encantó, me sorprendió el "laboratorio" de arquitectura moderna en que se había convertido. Una ciudad entre dos épocas, en continuo cambio, que parece congelada justo en el momento en que aspiraba a ser la nueva capital de Europa. ¿Te acercaste al "Museo" de los Ramones? Cuando yo fui no era gran cosa, pero creo que se ha ampliado. Hacía tiempo que no dejaba un comentario, pero suelo seguir tu blog. Un saludo. Alejandro
¡Hola, Alejandro! Espero que puedas pillar esta exposición en París. Si te gusta Bowie, es de obligada visita. No pude acercarme al "museo" de los Ramones, aunque vi carteles por todas partes. Berlín es una ciudad infinita, qué te voy a contar. Me admira tu fidelidad, ¡si este blog se mueve menos que un gato de escayola! En fin, fácil de seguir es, desde luego. Gracias por darle vidilla. Sin vosotros se pudre la momia, como dicen en Argentina.
5 comentarios:
jejejejeeje, no te gusta a ti na esa frase con el acento pachanguero bowiano....
Me encanta. Y Potsdamer Platz. La sorpresa de "Where are we now?" todavía me tiene conmocionada, jesusito. Y fue llegar a Berlín y encontrar la ciudad empapelada de carteles de esta exposición que, por supuesto, fuimos a ver. Más que una exposición, es una experiencia audiovisual orgásmica. Te colocan unos auriculares Sennheiser de los buenos, y a fliparlo con todo: los trajes (están TODOS), los vídeos, los cuadros que pintó cuando vivía en Berlín con Iggy Pop,... Salimos noqueados de allí. Para colmo, te pillan a la salida y te ofrecen hacerte una foto gratis, a la que le superponen el rayo de "Aladdin Sane" y te la mandan ipso facto a tu correo electrónico. Gran recuerdo para mitómanos como nosotros. Deberías ir. La han ampliado hasta el 24 de agosto. Ahora sólo quiero escuchar los discos de Bowie, estoy en trance.
Besos!
Jo qué pasada, qué suerte, qué tó...quiero ver esa foto, por favor. Un beso.
Qué maravilla, qué ganas de ver esa exposición, Lu. El año que viene, con un poco de suerte, lo podré hacer en París. Visité Berlín hace unos años y me encantó, me sorprendió el "laboratorio" de arquitectura moderna en que se había convertido. Una ciudad entre dos épocas, en continuo cambio, que parece congelada justo en el momento en que aspiraba a ser la nueva capital de Europa.
¿Te acercaste al "Museo" de los Ramones? Cuando yo fui no era gran cosa, pero creo que se ha ampliado. Hacía tiempo que no dejaba un comentario, pero suelo seguir tu blog. Un saludo. Alejandro
Ya sabes cómo soy pá las fotos, David...
¡Hola, Alejandro! Espero que puedas pillar esta exposición en París. Si te gusta Bowie, es de obligada visita. No pude acercarme al "museo" de los Ramones, aunque vi carteles por todas partes. Berlín es una ciudad infinita, qué te voy a contar. Me admira tu fidelidad, ¡si este blog se mueve menos que un gato de escayola! En fin, fácil de seguir es, desde luego. Gracias por darle vidilla. Sin vosotros se pudre la momia, como dicen en Argentina.
Besos!
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