miércoles, octubre 31, 2012

Daniel Johnston



Llevo unas semanas descubriendo a Daniel Johnston y confieso que estoy totalmente atrapada, con su música y con su historia. Así que tengo que dar la vara por aquí, lo siento. Me tiene maravillada la sencillez de sus composiciones, la belleza inocente y despelotada de sus letras, su marcado acento pop. Él siempre quiso ser un Beatle y eso se nota...

 


Daniel Johnston comenzó grabando cintas en casa, lo grababa todo, hasta las bullas que le echaba su madre. Pronto se descubriría que no era un chico "normal" (normal siempre entre comillas, quién sabrá lo que significa eso), pero probablemente el consumo de drogas lo precipitó a una enfermedad mental que podría haber sido más leve en otras circunstancias. Me recuerda mucho a Syd Barret, otra de mis debilidades.



El documental "The Devil and Daniel Johnston" hace un precioso repaso a su vida hasta 2005. Jeff Feuerzeig ganó el premio a Mejor Director de Documentales en el Festival de Sundance por él y os aseguro que no tiene desperdicio. Podéis verlo pinchando el enlace.


Me conmueve su fidelidad a un amor imposible de instituto, Laurie. Aún sigue escribiendo canciones sobre ella. Me conmueven sus padres, conscientes de que, cuando ellos falten, Daniel se va a ver muy perdido en este mundo hostil. Aunque ha pasado largas temporadas en hospitales psiquiátricos, ahora vive en una casita construida en el jardín y disfruta de cierta independencia y estabilidad.

Quizás el episodio más dramático de su vida sea el acontecido en 1990. Su padre, piloto retirado de las fuerzas armadas estadounidenses, lo llevaba de vuelta a casa en aeroplano después de dar un concierto en Austin. Durante el vuelo sufrió uno de sus "ataques", arrancó la llave del contacto y la lanzó por la ventanilla. Afortunadamente el padre tiene mucha experiencia y consiguió estrellar la avioneta en una masa de árboles que minimizó el impacto, pero imagino que el susto fue tremendo. Después Daniel confesó que se creía Casper, personaje que siempre le ha obsesionado (como el Capitán América y tantos otros que se repiten en sus dibujos). Por cierto, sus dibujos. Sus dibujos también son dignos de mención, muy especiales. Hasta Matt Groening es fan.


Son incontables las versiones de sus canciones grabadas por otros artistas. Probablemente la última sea ésta de M. Ward. Una auténtica maravilla. Daniel Johnston no es un Beatle, pero ha conseguido parir canciones que, sorprendentemente, todavía no existían. Clásicos atemporales. Coplillas pegadizas. 


Gracias a mi querido Carrascus (gracias, gracias, gracias) estoy disfrutando de toda su discografía. Y como voy de sorpresa en sorpresa, la última ha sido descubrir que acaba de sacar un disco en 2012 con grupos que me vienen interesando desde hace un tiempo (¡Fruit Bats!, ¡Deer Ticks!), una especie de banda sonora para la novela gráfica que ha publicado,"Space Ducks". Hasta ha sacado un juego para el iPad con sus patitos del espacio de protagonistas (!!!). Está muy activo y eso me alegra supinamente. En abril estuvo girando por España, incluso tocó en La Casa Encendida con motivo de la exposición que se programó con dibujos suyos, "Visiones simbólicas".

Pero lo más importante es su música. En serio, pasad de todo lo que os he contado y escuchad las canciones. No sé vosotros/as, pero yo con joyitas pop como ésta me vengo arriba. En bucle me la pongo.

viernes, octubre 26, 2012

El vídeo del viernes


The Rolling Stones. Jumpin´ Jack Flash

Anoche actuaron "por sorpresa" en París, en una sala con capacidad para 700 personas y sólo costaba 15 euros la entrada... Están viejunos, sí, pero hubiera ido... 

Para chungo Axl Rose

miércoles, octubre 24, 2012

viernes, octubre 19, 2012

El vídeo del viernes


Una noche muy especial la de ayer. Era la tercera vez que veía a Wilco en directo, pero sabía que iba a ser la mejor, la más compartida. No sólo estaría con mi hermano Pablo, que ha vivido conmigo las anteriores epifanías y es mi compañero ideal en los conciertos, my twin, sino que además venía Leire, la hija de mis amigos Mario y Susana, que con 10 añitos flipa con el grupo y lleva meses esperando este momento. Punto y aparte merece Emilio; me moría de ganas de compartir la experiencia con él, y sabía que le iba a gustar. De estas veces que dices "LO SÉ" y además es que LO SABES...

Por la tarde vinieron Paco y su hijo a casa. El subidón que me dio verlo tan bien... Qué alegría. Yo estaba histérica. Por Leire, por mí, por Wilco. Es un grupo que consigue ponerme en tensión horas antes de encarármelo; sé que voy a vivir un shock emocional en un rato y me entra una bicha de electricidad por el cuerpo que no puedo conmigo misma ni hay quien me aguante. Saber que Leire iba a sentir lo mismo me emocionaba aún más. Todavía estoy más pallá que pacá.

Qué buenos son, pero qué buenísimos son. Cada uno por separado y todos juntos, ya sea en perfecta armonía o enredados en una maraña sónica. Yo con Wilco pierdo la cabeza, la pierdo. De Jeff Tweedy no puedo decir nada que no se haya dicho ya. Hoy me apetece más hablar de los demás, porque ellos SON Wilco. Si no en igualdad de condiciones o reconocimiento popular, sí en igualdad de méritos. El batería siempre me ha alucinado, es versátil, cañero, detallista; el de los teclados, un Attraction infiltrado, no me puede no gustar; el bajista, una finura, y haciendo coros también; como Pat Sansone, el hombre orquesta, la levadura del bizcocho. Y el nervio de Nels Cline, que también eleva el sonido a otra dimensión desconocida. Son todos increíbles, y juntos, el no va más. Hasta las canciones que menos me gustan crecen en directo como cuando ponen en los documentales imágenes a cámara rápida de una semilla germinando en planta y estallando en violenta flor. El último disco no me entró, pero en directo se me va la olla con "Art of almost" y veo la luz, la veo, eso es así y ya lo sabía yo... Viva el trance-maquinita, el punk sin escupitajos, whatever. Wilco, yo os entiendo, haced lo que queráis.

Leire pudo entrar a los camerinos y saludarlos a todos, menos a Jeff Tweedy, que por lo visto siempre se va al hotel en cuanto terminan los bises. Por la tarde había estado ensayando cómo decir en inglés "me ha gustado el concierto". Me la como. Es una niña que siempre ha tenido unos gustos muy definidos e independientes, lo más opuesto a una gritona llorando por Justin Bieber. Y claro, los de Wilco alucinaron tanto con ella que hasta publicaron el momentazo en Facebook, nombrándola correctamente y todo.

In Sevilla Pat Sansone signs a cd for Leire, Wilco's youngest Spanish fan. Fave song: impossible Germany


Por cierto, qué coñazo la gente tarareando el solo de "Impossible Germany", aunque entiendo que haya chavales que no lo pueden evitar, como les pasa viendo a Vetusta Morla. Reprimo la vena de cascarrabias pureta que tengo, pero ganas no me faltan de ponerme a chistar como los mijitas en el teatro. Me hago mayor, ya voy a los conciertos a escuchar y no a socializar. Bueno, siempre ha sido así, por eso me identifico tanto con Leire.

El vídeo del viernes hoy va para Emilio, que al final se perdió medio concierto por hacernos felices a todos. No nos faltó un perejil. No conozco persona más detallista que él, es un crack y una bendición. Love you, Koloke. 

viernes, octubre 12, 2012

El vídeo del viernes


Randy Newman. Political Science

miércoles, octubre 10, 2012

Hoy comemos... MINESTRONE

Esta receta es un poco trabajosa por aquello de picar la verdura minuciosamente, pero merece la pena esmerarse. 
Si se hace con amor, quien la prueba lo va a notar. Las sopas de sobre son una infamia culinaria.

Ingredientes (para 4 personas):
- Medio kilo de verduras (zanahoria, puerro, apio, pimiento, tomate,... lo que haya en la nevera), pelada y picada mucho, mucho, mucho.
- Media cebolla
- Dos dientes de ajo
- 50 g. de panceta buena-buena en trocitos
- 50 g. de queso Parmesano
- Aceite de oliva virgen
- Mantequilla
- Agua
- Pimienta
- Sal
- Opcional: arroz o pasta pequeña

En una olla, calentamos aceite y sofreímos los dientes de ajo, la cebolla y la panceta, todo bien picadito, añadiéndolos por ese orden. Después vamos agregando el resto de la verdura cortada en trocitos muy, muy pequeños. Añadimos agua, pimienta y sal y dejamos que haga chup-chup unos 30 minutos a fuego medio/bajo con la olla tapada. Probamos, rectificamos de sal y pimienta, y servimos directamente en los platos. Por último, el toque final: añadimos Parmesano rallado y mantequilla y removemos bien hasta que se derritan. Mmmmmmmm. También podemos añadirle arroz o pasta si queremos que sea plato único.

viernes, octubre 05, 2012