Mi amiga Cristina me llamaba Matilda, y no le faltaba razón. Clavadita.
A los 11 años mis padres decidieron unilateralmente cambiar de casa y de barrio, y eso me sentó como una patada. ¿Y mis amigas? ¿Y mi colegio? Cogí tal cabreo que me encerré en los libros y no quise saber nada del mundo mundial. Lo intentaban todo para que me sintiera bien en la nueva casa, por primera vez tenía una habitación para mí sola.
- ¿De qué color quieres que la pintemos? ¡Puedes elegir el color que quieras!
- Gris.
- ¿Gris?
- Sí, gris.
Y la pintaron de gris. Y allí me encerré a leer los pocos libros que había en la casa, que eran todos una depresión. Recuerdo cómo me dejó de mal "La familia de Pascual Duarte". Pero me gustaba estar triste, eso ponía peor a mis padres.
Llegó el verano y me cabrearon de nuevo decidiendo pasar todas las vacaciones en la playa. No levanté la cabeza de los libros ni para comer, no hablaba con nadie, mi enfado era monumental. Allí descubrí a Henry Miller, un gran amigo que tuve. Me encantaba tumbarme en la playa con mi madre al lado y pensar "estoy leyendo guarrerías, mamá, y no tienes ni puta idea, jódete". Mi vocabulario creció exponencialmente en una línea bastante alejada de lo que querían mis progenitores para mí, que cada día estaban más preocupados por mi tristeza y ese aislamiento que me había autoimpuesto.
Sí, yo le enseñé todo eso de coño, joder y polla.
Llegó septiembre y a la vuelta mi madre decidió de nuevo unilateralmente tocarme la moral. Un día salió a la calle y me buscó amigas. Sí, de repente entró en casa con dos niñas y me dijo que saliera a la calle a jugar con ellas. ¿Jugar? ¿Qué coño era eso? Hacía siglos que no jugaba a nada, ¡la vida era un drama insoportable y ella haciendo el paripé como si tal cosa! Con mi cara de culo salí a la calle con aquellas niñas, que tenían que ver conmigo lo mismo que dos keniatas, y pasé la tarde como pude escuchando sus tonterías y pensando en el libro que me esperaba en la mesita de noche.
Al final terminé siendo amiga de esas niñas y perdoné a mis padres. Me enamoré. Pinté la habitación de blanco y dibujé ALL YOU NEED IS LOVE en una pared. Pero, aunque no soy lo que se dice una persona asocial, para nada, todavía no hay sitio en el que me encuentre mejor que dentro de un libro. Fin de la batallita.
45 comentarios:
Bonita historia Lu.
Yo ya leía desde chinorri, pero tu historia es más genuina, y me recuerda a esa gran frase de Terenci Moix:
la soledad me condujo hacia la cultura o la cultura me consolaba de mi soledad, o algo así por el estilo, que estoy major y ya no recuerdo bien.
Bonita historia.
Besos besos
Gran realto, tambien soy de los que necesita un libro para refugiarse! termino uno y enseguida cojo otro, es un automatismo necesario!
Un abrazo
Tsi/ 4 Winds
Yisuscraist, ¿leías a Henry Miller con once años? Jarl. Bueno, yo ni siquiera he leído nada suyo.
"Al final terminé siendo amiga de esas niñas y perdoné a mis padres. Me enamoré. Pinté la habitación de blanco y dibujé ALL YOU NEED IS LOVE en una pared. Pero, aunque no soy lo que se dice una persona asocial, para nada, todavía no hay sitio en el que me encuentre mejor que dentro de un libro. Fin de la batallita."
Best Lu's párrafo ever. Suertuda por encontrarte así dentro de un libro.
Si ej que esta niña no ha tenído infancia, la pobre. Henrry Miller con 11 años... qué lastimita más grande.
Hoy mismo te compro pa merendar 1/2 kilo de esponjitas, que tienes que recuperar el tiempo perdido.
Qué maja xD
Yo me jinqué "La metamorfosis" con 9años, porque eso de un nota que se levantaba por la mañana convertido en cucaracha me pareció ingenioso. En serio. Kafkiano de toa la vida.
Bonita historia puede parecer ahora, Mac, pero el desarraigo que sentí en aquel momento fue bastante heavy...
Yo también hago eso, Tsi, del tirón. Pero no me gusta leer dos libros a la vez.
Leía cosas peores, Aitor, lo leía todo. Henry Miller tampoco es para tanto, pero con 11 años marca de por vida.
No tuve mucha infancia, Koloke, pero me resarcí después. Creo que ahora no soy tan jodía, ¿no?
¿Maja yo, Dani? Jaaajajaja. Qué cachondo eres...
Yo me leí primero "El proceso", jesusito. Qué mal, de verdad, ahora que escribo sobre ello me doy cuenta de que estaba realmente deprimida...
Besos!
Lu, al leer esta entrada me han venido tantos recuerdos...
A mí me pasó algo parecido: con 12 años, viviendo en Jerez, mis padres decidieron que había que mudarse a Sevilla en plenas vacaciones de verano, de manera que intentaron mandarnos a mis hermanos y a mí al pueblo mientras duraba la mudanza. Con mis hermanos lo consiguieron, pero no conmigo, pues yo estaba dispuesta a fastidiar como venganza por haberme arrancado de mi sitio y de alejarme de mis amigos...
El caso es que, una en Sevilla, al empezar a abrir cajas, aparecieron libros de mis padres que llevaba toda mi corta vida viendo en las estanterías a los que nunca me había acercado porque estaba siempre jugando en la calle, pero aquí, en Sevilla, estaba sola, así que los devoré literalmente. Y empezó el curso y me los llevaba al colegio, y me importaban una mierda los nuevos compañeros (que nunca serían mis amigos) y lo que me explicaban en el cole, pues yo deseaba que llegara el recreo, la hora de salir, la merienda y el rato antes de acostarme para seguir leyendo. En fin, era la rarita... pero no me importaba.
Me ha encantado tu historia, Lu.
Yo tenía una madrina (mi admirada tía Isabel) que una tarde me llevó a una tienda de libros de ocasión que había por la calle del Sol y me compró los dos primeros libros que leí en mi vida: "La isla del tesoro" y "Un capitán de quince años".
Me aprendí el camino y desde entonces no era infrecuente ver en el autobús de la línea 14, extrañamente viajando solo, a un chavalín menudo y calladito que volvía al polígono con un par o tres de libros usados entre sus manitas.
Besos para mis compañeras de lecturas.
Hola Inma... ¿eres quien creo...?
¡Hola, Carrascus!
Sí, soy esa misma... Encantada de saludarte por estos lares.
Como a ti, tampoco era raro ver en el autobús a una rarita leyendo libros en sus años de instituto y de facultad...
Besos
Gracias a dios que no existían las Playestesión, nos hubiésemos perdido esta bonita historia.
Yo empecé tarde, y reconozco que ha sido una de las drogas de las cuales no me arrepiento
Besos
Yo soy de pueblo, gallego y crecí en los 80s. Ergo, ví volver a mucha gente de mi quinta cuando sus padres no pudieron seguir en Suiza, Francia o Alemania debido a la 2ª crisis del petroleo. Una anecdota que nunca olvidaré es la de una prima que con 10 añitos se fue toda enfadada de su casa dispuesta a volverse a Alemania andando. En fin, por lo menos otra gente tenía quien los acompañase, aunque fuese Henry Miller xD
Mi primer libro: "Las aventuras de Vania el forzudo" de los naranja de Barco de Vapor: decisión arriesgada ya que, por edad, todavía me correspondían los celestes; pero me dije a mí mismo: "sé un hombre, hostia, échale güevos y léete un naranja".
Ya veis, valiente y arrojado desde chiquetito.
A mí se me pasó todo cuando empecé el curso, Inma. El colegio era nuevo (literalmente, lo estábamos estrenando) y nadie se conocía, así que yo estaba igual de perdida que mis compis. Recuerdo que a través de la asociación de padres (todavía no se llamaban AMPAs) se creó la biblioteca: cada alumno/a compraba un libro de Barco de Vapor y lo donaba. Me los leí todos antes de que terminara el curso, prácticamente uno al día. Pero nunca me sentí rarita, la verdad, ni creo que los demás me vieran así, me relacionaba sin ningún problema con todo el mundo.
"La isla del tesoro"... Qué caña de libro, Carrascus. Yo no sabría decir cuál fue el primero. Dicen mis padres que aprendí a leer muy pronto y lo devoraba todo, sin criterio. Sí recuerdo que mi favorito era "Cien años de soledad", lo leía y releía constantemente, dibujando el árbol genealógico de los Buendía con colorines para no perderme, jajaja. Me encantaba cuando Remedios salía volando con las sábanas. Chochona de mí, creía que podía pasar realmente algo así...
Juan Antonio, todavía no existía la Play pero había otras maquinitas a las que sí que me enganché. ¿Alguien se acuerda de aquellas de game A/game B? ¡Droga pura!
¡José! Un honor verte por aquí, estás en tu casa. Yo no era tan intrépida como tu prima, sólo amenazaba con suicidarme, jajaja. Qué cabrona. Si yo no quiero tener hijos por algo...
¡Me acuerdo perfectamente de ese libro, Koloke! ¡Buenísimo!
Besos!
Lo he encontrado. ¡Qué flash la portada!
http://www.literatura-infantil.com/desde-9-anos/las-aventuras-de-vania-el-forzudo.asp
Me gusta ese final feliz. Me vienen un montón de recuerdos. Ya me hubiera gustado a mi que me diera por los libros a ese nivel. Me has traido muchos recuerdos, que bueno lo de Henry Miller, que auténtica lu!!!!
Saludos
Mi primer libro completo creo que fue "Aniceto, el vencecanguelos", un clásico del Barco de Vapor azul:
http://pictures.todocoleccion.net/tc/2008/10/26/10452477.jpg
pero fue obligado por lo que los ingleses llaman el peer pressure, ya que era prácticamente un libro de obligada lectura en 1° de EGB. Más o menos al mismo tiempo, el primer libro que me tragué me tragué por mi propio interés fue "El Asesinato de Rogelio Ackroyd", si no me equivoco la primera novela de Agatha Christie. Yo era un infante de Carrión (Mejías) agathachristiano de la fracción poirotense.
Hostia, Jesusito... yo me compré todas las novelas de Agatha Christie entre dos tiendas de segunda mano de Sevilla, la de la Sra. Mercedes en la calle Rivero, y la otra de Don Pedro Niño; Fernando, creo que se llamaba el propietario; todavía se pone en "El Jueves" y me recuerda.
Jejeje... y después, como la vida suele dar vueltas, cuando me compré las obras completas en una edición buena, le vendí a la sra. Mercedes todas las novelitas que me había ido comprando... bueno, excepto dos, que no suelen venir nunca en las antologías, y por tanto, tampoco en la mía: los relatos cortos de "Testigo de cargo" y "La casa torcida", que es una de mis novelas favoritas de Agatha...
Pues ni "La Casa Torcida" ni "Testigo de Cargo" las he leído yo, y eso que en mi infancia me jinqué prácticamente la mitad de la bibliografía de Miss Christie.
Pero como he dicho, es que yo era muy de Poirot. Quitando "10 negritos" y una o dos cosas de la Marple, creo que sólo leía los casos del insigne detective belga.
Fe de erratas: Al parecer Rogelio Akroyd no fue la primera novela de Agatha Christie ...
Es verdad, Jesusito; la primera fue la de "El misterioso caso de Styles", que fue en la que presentó a Poirot. Pero la de "Rogelio Ackroyd" fue la primera que de verdad tiene a un asesino realmente inesperado... ¿decimos quien es...? no, mejor no, porque a mí me jodieron, ya que leí en algún sitio quien era el asesino antes de leer la novela...
Joder, leer Rogelio Ackroyd sabiendo quién es el asesino es como escuchar el Highway 61 Revisited en versión instrumental ... o como ver el Sexto Sentido sabiendo que Bruce Willis está muerto desde el principio ...
Ya te digo...
O saber que el malo es el cojo
Una entrada magnífica, Lu. Estaba ojeando los blogs amigos en un rato perdido (acabo de llegar de Coimbra a casa de mis padres) y la verdad es que durante estas vacaciones algunos os habéis esmerado bastante, pero con esta historia te llevas la palma!
Mi primer libro fue, casi con toda seguridad, "Corazón", de Edmundo de Amicis, o sea a galaxias de distancia del Sr. Miller, ja ja ja!
Luego cayeron varios volumenes de literatura juvenil, apenas lei nada para niños de 10, 11 o 12 años.. te puedes imaginar, mogollón de "Los Hardy", "Los Cinco", todos los clásicos tipo "El Último mohicano", etc, hasta que llegué a "La isla del Tesoro", verdaderamente mi primer libro. Tan bueno como cualquier otro, lo amo. Creo que el primer libro que cayó en mis manos radicalmente diferente a todos estos fue "El perfume". Aluciné, y luego fue un no parar hasta un gran bache lector que tuve hace unos años.
Esta mañana terminé "Leviatán", mi cita anual veraniega con Auster, y estoy releyendo "El Péndulo de Foucault". Y ya que estamos, te cuento que acabo de atracar la biblioteca familiar y me llevo a Barcelona "El miedo a la Libertad", de Fromm, "Crítica de la razón pura", de Kant, "Dialéctica de la Ilustración" de Horkheimer y Adorno, y gracias a tu influjo, algún que otro trópico. Así que ya sabes lo que voy a liquidar en los próximos dias.
Gran placer la lectura, no tan grande como la música para mi, pero igualmente insustituible.
Cheers!
hey scott! acabas de nombrar en tu email una de mis mayores sorpresas lectoras (leviathan) y una de mis grandes decepciones (el péndulo de foucault).
leviathan fue el primer libro de auster que me leí (hará como 15 agnos), y desde entonces ninguna otra novela suya que yo haya leído (que son muchas pero no todas) lo ha superado. es lo que tiene empezar con la obra maestra, que todo lo demás te sabe a poco.
lo del péndulo fue probablemente que lo leí en un mal momento, ni idea, pero sólo recuerdo aburrirme como una ostra ...
Pues yo hasta que llegué al instituto lo único que leía era el Mortadelo. Ya en 1º de BUP me obligaron a leer un bodrio titulado "En un lugar llamado Tierra" y las "Narraciones Extraordinarias" de Poe. Éste segundo me gustó, pero me sentí engañado porque me dijeron que era de terror. Me gusta leer, pero no lo hago a menudo. Tu batallita es tremenda. Lo más traumático que hicieron mis padres conmigo fue apuntarme a la academia de inglés los sábados por la mañana, que hizo perderme la liga de futbito del colegio.
Un beso.
Probablemente, Jesusito, si volvieses a leer "El péndulo de Foucault" te ocurriría lo mismo. Para mí todo lo que fue entusiasmo con "El nombre de la rosa" se convirtió en desengaño con "El péndulo de Foucault"... un soberanísimo aburrimiento lleno de todo ese fraseo que se gastan los escritores cuando se hacen una paja intentando hacernos ver lo eruditos que son sobre un tema... no lo dejé que se corriese en mis manos; cerré y abandoné el libro antes de que llegase al final.
yo hice lo mismo, pero sin la parafernalia metafórica masturbatoria que le has dado tú, carrascus de mi corazón...
Wonderful. Me ha encantado. Lo que me gusta de la literatura es que es una relación íntima entre escritor-lector, como si de una especie de seducción se tratase. No hay nada mejor para paliar la soledad que un buen libro.
¿Henry Miller?. Me encantó Trópico de Capricornio. Muchos besos señorita, y muy buena historia.
Hombre, Jesusito... es que hablando de libros como estamos hay que echarle literatura a la prosa que se gasta uno. Porque además, estamos en un blog de gran nivel.
Hablando de blogs, en el mío, el próximo post que colgaré (perdón, Lu, por la autopublicidad) será un juego en el que se mezclarán los nombres de los músicos de rock con los de los libros. Invito a participar a todos los asiduos de esta casa; que mientras más seamos, más nos divertiremos.
¿Qué recuerdos, Chals? Dale hombre, que como ves nos encantan las batallitas...
Jesusito, Carrascus, menudo debate, criaturitas. A mí Agatha Christie... No me suelen gustar los libros de suspense, misterios, detectives y esas cosas. En general, porque hay algunos que sí, pero por cómo están escritos, como los de Chandler con Philip Marlowe soltando perlitas, esos me encantan. O los de Los Cinco que comenta Scott, que me flipaban. Pero Agatha Christie... Me leí dos o tres de pequeña y me pareció más que suficiente. ¿No os cansaba la fórmula?
Espero que hayas disfrutado estos días en Coimbra, Scott, yo lo he hecho en casita con tus recos. Lo mejor que puedes hacer entre Fromm y Kant es desengrasar con un trópico, jajajajajaja. No veas tus lecturas, tío, ligeritas-ligeritas. No me he leído Leviatán. Me pierdo algo, ¿no? No es la primera vez que me lo dicen... De Umberto Eco sólo me he leído El nombre de la rosa y Baudolino, y los dos me gustaron mucho.
De Mortadelos me puse fina también, David. Lo de las lecturas obligatorias no me convence nada, entendía perfectamente que mis compis salieran huyendo al ver un libro si les hacían leer a Garcilaso por cojones.
El placer de la lectura para mí es mucho más íntimo que el de la música, Alex. Eso que cuento de la playa, de estar metida en "Trópico de Cáncer" teniendo a mi madre al lado... O leer este verano "El Conde de Montecristo" en el sur de Francia... son experiencias y sensaciones que no se olvidan.
A ti es que te gusta echarle literatura a todo, Carrascus... A ver ese juego, que tiene buena pinta. Miedo me das, al final me llevo días dándole vueltas a tus acertijos...
Besos!
Nooo... el juego va a ser muy fácil; y además las soluciones no las tengo yo, sino que seréis vosotros quienes las inventaréis...
Por cierto, y volviendo a Umberto Eco... en vista de lo del péndulo, no me atrevía con "Baudelino", pero me lo regalaron y ya que lo tenía, pues me puse a leerlo. Y no me arrepentí, me gustó mucho también. No es que así le perdonase a Eco lo del péndulo de los cojones... pero un poco sí que me reconcilié con él, las cosas como son.
Bon dia reina mora.
Osea que te refugiaste en los libros, menos mal que no te dio por convertirte en la niña del exorcista jeje
Gracias por contarnos parte de tu vida, es obvio que marco tu forma de ser, por lo tanto me alegro de que fuera asi, aunque para ti fuera un pequeño trauma.
Ahora que lo dices si que le das un aire a Matilda.
Besets.
Me faltaba echar mierda verde por la boca para serlo, rey moro, porque blasfemiar lo hacía divinamente. Ahora, mirando para atrás, creo que mis padres lo tuvieron que pasar mal conmigo... los pobres... Besets.
Hey Jesusito!
Bueno, teniendo en cuenta que Paul Auster es mi escritor favorito, o algo bastante parecido, pues "Leviatan" no me parece tan lejana a "El Palacio de la Luna" o "Trilogia de Nueva York", por ejemplo. Incluso "Brooklyn Follies".
"El Péndulo de Foucault" es más controvertido. Lo intenté leer durante la adolescencia la primera vez y claro, no me enteré de nada. Lo volvi a coger 15 años después y casi, y ahora mucho mejor. Resulta que para enterarse de algo se tiene que llegar a cierto grado de conocimiento e incluso "iniciación" en algunas materias (por ejemplo cuando utiliza la expresión "diabolus in musica" para refererirse a algo siniestro o a algo que no encaja, o esas referencias muy intencionadas a Hiram, etc), donde quiero llegar es que probablemente no escribió el libro para mostrar todo lo que sabía, sino que probablemente no lo escribió para todo el mundo, en un ejercicio puramente diletante pero igualmente válido. No estoy llamando ignorantes o idiotas a todas las personas que no les gusta el libro, ojo, además y de todas formas se le pueden achacar varios defectos.
Las lecturas obligadas son otro punto y aparte, aunque en mi caso el saldo es positivo, seguramente debido a la suerte de contar con grandes profes de la materia.
Lu, estas lecturas "ligeras" me van bien en determinadas épocas del año, no te preocupes, ja ja ja!
Cheers!!!
Lamarequenosparió que cada una tuvo la suya!!!
Nos cambiamos de casa, yo con 13, pinté los muebes de gris, empezamos a bajar a la playa los veranos... y me reñían para que dejara de leer y comiera de vez en cuando! Lu, Lu, Lu... si con esas edades supiéramos, que hay muy cerca alguien que siente igual... si supiéramos con esas edades que no es tan difícil encontrar con quién hablar... verdad?...
Achuchones!!!!!!!!!! matilda! jaaaaaajajajaa
Sottitto!!! de vacaciones en Extremadura!!!??? sí?! cuéntame!!!!
Achuchones guapetísimo!
Hola India!!!!
Bueno, ayer precisamente llegamos a Barcelona. Hemos estado en Madrid, el pueblo y en Portugal. Me queda una semanita más de vacaciones, supongo que el lunes nos iremos a Tossa (no se si te dije que tenemos la torre de la abuela de mi ella a 5 minutos de una cala). Ibamos a ir a Italia también, pero al final no ha sido posible. En fin!
Cuando quieras, te escapas por aquí, eh, y lo mismo para Lu y vuestros respectivos y/o churumbeles.
Cheers!
Scott,
Sobre el tema Paul Auster. A mí Leviathan me parece con gran diferencia lo mejor que ha escrito. El Palacio de la Luna no la he leído y The New York Trilogy me decepcionó un poco, tal vez porque las expectativas estaban por todo lo alto. Brooklyn Follies me encantó (junto a Leviathan es mi novela preferida de Auster), pero creía que esa novela era repudiada por la mayoría de los Paulausterianos talibanes...
Hace un par de meses leí Invisible, que también me gustó, aunque no llega al nivel de las grandes. Me apunto El Palacio de la Luna, y ya te cuento ...
que grande lu!!!
India, sé que tenemos muchas cosas en común, desde que empezamos a rajar por aquí, eso se nota. Menos mal que con el tiempo se aprende a relativizar, porque a esas edades sientes que el mundo se vuelve contra ti y en realidad es más lo contrario...
Jesusito, cuando me termine el listado de polvos de Kinski, ataco Leviatán. ¿¿¿Qué les ves a esas memorias???
Scott, la próxima vez que vaya a Barcelona cuenta con que unas birritas nos tenemos que tomar, por supuestísimo! Lo mismo digo desde Triana, ¿eh? Por cierto, India, todavía te estoy esperando... Y Jah, a ti también!
Besos!
- Polvos (en su mayoría probablemente inventados)
- Sus comentarios sobre colegas, sobre todo sobre Stanley Kubrick
- Cuando se pone to papá-orgulloso-ay-que-guapo-es-mi-niño-la-vida-tiene-sentido-cuando-se-es-padre tras estar despotricando sobre todo lo que se mueve durante 200 páginas
En fin, las memorias de Kinski son tal oxímoron que me gusta hasta la portada de la edición alemana: http://jurgenfauth.com/wp-content/uploads/kinski---ich-brauche-liebe-.jpg
La portada alemana es mucho más apropiada, do you think I´m sexy. Fantasioso el Kinsky, jesusito, no me creo ni un 10% de los polvos. Pero está entretenido, no te digo que no.
Me ha encantado tu historia lu.Yo recuerdo mi infancia leyendo cuentos, y la adolescencia la pasé escribiendo una historia de una joven llamada Laura,que no te digo ná, para colmo era como una entrega, pues mis amigas venían a casa semanalmente a que les narrara la susodicha historia.El pueblo donde transcurrían los hechos se llamaba Laifil.(te puedes hacer una idea,jajaja)Besos.
Jejeje... eso que cuenta Susu me recuerda a cuando mi hijo se enganchó a Harry Potter siendo muy pequeño... se leyó del tirón los dos primeros libracos, y como el tercero todavía iba a tardar mucho en salir, pues se puso a escribirlo él mismo.
Y no creáis, que se llegó a escribir once folios...
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