Este invento es para todas aquellas personas que saben apreciar en su justa medida (infinita) el placer de comer higos y brevas. La fruta, digo.
En temporada de brevas (o de higos) me pongo hasta el culo, pero sé que querré más cuando termine, así que las pelo, las meto en un tupper y al congelador.
Después llega el día del antojo y se descongelan en el frigorífico, lentamente. Las brevas y los higos sueltan todo su jugo azucarado y se transforman en los bombones más exquisitos del mundo.
Prueben. Orgasmo 100% garantizado.
4 comentarios:
Po parecen almóndigas
Pues están buenísimos/as y, además, tienen efecto laxante para los estreñidos.¡Ele!
Me parece que son demasiado dulces para mi gusto.
Cuando pasaba las vacaciones en Órgiva (Las Alpujarras) había una higuera junto a la casa y lo primero que hacía por la mañana era coger uno o dos higos fresquitos y metérmelos entre pecho y espalda.
Mira, el problema de este invento es que te jincas una. Y aluego otra. Y aluego dices venga la última. Y entonces quieres una más y te la comes. Y claro, cuando te has zampao medio tupper, empieza a dolerte la barriga que te cagas. Y te cagas.
En fin, mu güenas pero mu peligrosas.
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