Mi familia y otros animales...DE CUELGUE

Queridos/as amigos/as
No sé desde dónde os escribo, pero me apetece hacerlo. Sé que cuando relea esto me voy a matar de la risa. Creo que estoy en mi cama, pero hace un rato estaba con mi tío muerto en casa de mi abuela muerta. Antes, chorreando en la selva boliviana con el mismísimo Che Guevara. Un rato antes en una habitación rosa en pleno Brooklyn escuchando discos de Mozart. Pero antes había estado con él y con Salieri volviéndome también yo un poco loca. También escuché claramente a Esperanza Fernández cantándome una nana al oído. Y otra voz que me decía cosas bonitas.
No os preocupéis por mí. Estoy completamente drogada y feliz en mi globo mental.
Todo me parece de puta madre. La casa está hecha una mierda, noto las pelusas bailando el lago de los cisnes ahí abajo. No sé qué hay de comer. En mi trabajo he dejado mil cosas urgentes por hacer. Tenía saraos programados a los que no voy a poder asistir. Me miro al espejo y compruebo que estoy más inclinada que la torre de Pisa, súper graciosa. La manta eléctrica me está quemando la espalda, pero me causa un placer masoquista indescriptible.
Todo me importa un pito. Pero un pito bien gordo.
Ya volveré, me quedo un ratito más por aquí que se está de lujo.