Quitamos la parte dura de los espárragos doblándolos sobre sí mismos. Se romperán por donde se tengan que romper. Lavamos bien el limón y pelamos los dientes de ajo.
En un bol, rallamos los 3 dientes de ajo y la parte amarilla de la piel del limón. Añadimos un buen chorreón de aceite de oliva, pimienta negra recién molida y sal, y removemos bien.
En una fuente de horno, colocamos las puntas de los espárragos y repartimos homogeneamente la marinada por encima. Por último, introducimos en el horno precalentado a 200ºC hasta que los espárragos estén tiernos pero al dente.
Rico, rico.