Paco de Lucía, Pepe de Lucía, Ramón de Algeciras, Carlos Benavent, Jorge Pardo, Juan Manuel Cañizares, Rubem Dantas y Joaquín Grilo. Bulerías
Semana triste. Justo hoy, Día de Andalucía, no se me ocurre un vídeo más apropiado para celebrar la grandeza de nuestra cultura, enriquecida a lo largo de los siglos por todos los pueblos que nos conquistaron (guerreando o enamorándonos). Si alguien puede representar ese espíritu abierto, esa búsqueda infatigable de la belleza y ese hermanamiento de moros, indios, payos, gitanos, amarillos, negros... a través del lenguaje universal de la música, ése es Paco de Lucía. A él le debemos en gran parte que el flamenco sea un arte apreciado en todo el mundo. A él le debemos "el cajón flamenco", que en realidad es un instrumento peruano que incorporó en su grupo en los años 70 y ahora es como si siempre hubiera estado ahí, nos parece igual de flamenco que el compás de las palmas. A él le debemos mucho, muchísimo. Con él se rajó la garganta Camarón, los gitanos entendieron el "yás" de Chick Corea y el flamenco se abrió a "transgresiones" que lo hicieron más grande si cabe.
En mi casa se le quiere y se le escucha con veneración. Os dejo un precioso poema que mi hermano Pablo escribió el mismo miércoles, de pie, en el metro, tras conocer la noticia de su muerte. Qué bonito, Pablo. ¡Ole!
Hoy que se tiñe de luto
la mañana,
que la soleá huérfana llora
por quien más la quería,
que las alegrías se ponen tristes,
que se hacen martinetes las bulerías.
Hoy enmudecieron los bordones,
se desgarró la madera,
se rompieron las primas.
Hoy hacen huelga los cajones,
que donde estén guardarán su recuerdo,
alma de las fiestas de la tierra mía.
Hoy que en la guitarra vence el silencio,
que es un mar de lágrimas la bahía de Algeciras,
se nos va entre dos aguas pá tocarle a su amigo José,
el niño que quiso ser cantaor,
el maestro Paco,
el hijo de la Lucía.
el hijo de la Lucía.
