La receta que faltaba para completar
esta trilogía. El objetivo en esta ocasión es conseguir sólo la carne mechá, pero si queremos salsita sólo hay que añadir agua o caldo y las verduras que nos gusten y después pasarlas por el pasapurés. Mmmmmmmmmmm.
Ingredientes:
- una cinta de lomo
- dientes de ajo por un tubo
- laurel
- aceite de oliva virgen
- sal
- pimienta negra
Primero le quitamos toda la grasa sobrante a la cinta de lomo y la embadurnamos exageradamente con sal y pimienta negra. Hay gente que también la embadurna con manteca de cerdo o con manteca colorá; es una idea para los/as más cerditos/as. En la olla, calentamos un fondo de aceite de oliva y doramos la carne por todas partes a fuego fuerte. Lo suyo es tapar la olla para que no salpique e ir dándole vueltas a la cinta de lomo con unas pinzas.
Cuando tengamos la carne doradita añadimos un poco de brandy, aprovechamos para meternos un lingotazo, y desglasamos el fondo con una cuchara de palo, que algo se habrá pegado en la olla y todo eso es sustancia si vamos a querer salsa.
Echamos hojas de laurel y dientes de ajo al gusto y cerramos la olla. Yo uso la Perfect, así que en 6 minutos con las dos rayitas de la válvula fuera está la carne en su punto, jugosa y rosita, como se ve en la foto. Si la hacéis en una olla normal o en la olla express tened en cuenta que necesitaréis más líquido, pero no sé qué hacéis todavía cocinando con instrumental neolítico. Las ollas superrápidas no consumen agua y permiten cocinar con poca grasa, manteniendo las propiedades nutricionales de los alimentos, esto lo dice Doña Cristina Galiano y va a misa.
Una vez lista la carne, la dejamos enfriar, la envolvemos en film y la metemos en el frigorífico. A la hora de cortarla a mí me gusta muy finita, papel de fumar casi, así que uso el cuchillo jamonero. Si la hacemos con salsa de verduras pega cortarla más gordita, pero para servirla con un poco de sal gorda por encima o para hacer tostas me gusta más así.
Botellín fresquito, que me lo merezco!!!