martes, marzo 27, 2012

Discos rayados... MORPHINE


17 comentarios:

Koloke dijo...

Con todo lo que te metiste con ellos...

jesusito 100,000 dijo...

uy, anda que no he rayado nada este disco yo. me lo compré un par de días después de que Paco Perez Bryant lo pusiera en "De 4 a 3", hace ya la friolera de 20 tacos, y todavía lo tengo aquí, delante mía, en mi despacho ... vamos, que me lo voy a poner ahora mismo .... candy says she's made arrangements for me in the saaaaaaaaaaaaand .....

Koloke dijo...

Y aluego me lo emprestaste, Jesusito, y empecé a rayarlo yo. Y aún sigo

Aitor Fuckin' Perry dijo...

Me has pillado en ligueros, baby.

carrascus dijo...

Joé, qué casualidad... ayer mismo estuve desempolvando la discografía de Morphine, que hacía tiempo que no escuchaba, y le estuve dando un repaso a éste "Cure for pain". También es mi disco favorito de ellos... aunque no demasiado despegado del "Like swimming".

Por cierto, anoche en el Central estuvieron muy bien Low.

jesusito 100,000 dijo...

A mí el "Good" también me gusta mucho, pero el "Like Swimming" me decepcionó bastante. Le daré una nueva oportunidad ...

Cuenta más de Low, yo soy un lowfilo máximo, estoy por hacerme mormón sólo para ser como ellos ...

carrascus dijo...

Pues estuvieron muy bien, amigo Jesusito. Y seguro que usted hubiese disfrutado mucho con ellos como seguidor de Low de largo recorrido porque rescataron varias canciones de sus primeros tiempos, que Alan Sparhawk presentó como de “las realmente buenas” de ellos. Y sonaron “I Could Live in Hope”, “Words”, “Shame”… ni siquiera la puñetera gente que solo va a los conciertos a fastidiar a los demás con sus interminables charlas logró distraernos de un sonido limpísimo y fantástico que hacía que se escuchase todo, desde el susurro más apagado de Mimi (cuando ella canta el mundo se para, como he leído por ahí) hasta el más leve punteo de guitarra. El tercero en el escenario era Steve Garrington, con un bajo del que de vez en cuando se pasaba a los teclados… jejeje, Alan lo presentó diciendo: “…a los teclados, Steve Garrington”, y éste le miró extrañado, contestándole: “¿A los teclados…?”

Empezaron muy fuerte, con “Monkey”, y de la potencia de ésta fueron bajando a las armonías que suelen marcarse entre Alan y Mimi en otras como “Silver rider” y no empezaron con su último disco hasta la tercera o cuarta canción. Después fueron desgranando las que más conocemos de siempre: “California”, “Amazing grace”, “Dinosaur act” y algunas de las más nuevas, como “You see everything” o “Especially me”. Al final tendrían que haber terminado los bises con “Nothing but heart”, que es una pura tormenta de rock, pero se empeñaron en bajar el climax con otra canción más, ésta bastante más suave y mística, con una letra igualita a la de otra canción que enseñaron a mi hijo en la catequesis de la primera comunión. Pero bueno, fue una noche para recordar, a pesar de este final en plan religioso, en el que Alan se despidió pidiendo que el sol nos ilumine y se aparte la oscuridad.

En dos años es la tercera vez que Alan aparece por Sevilla actuando, parece que le ha cogido gusto a esta ciudad, así que no es extraño algo que me pareció escuchar que dijo entre canciones, mientras yo venía de recargar cervezas, sobre el aroma de los naranjos. Por mí que siga viniendo siempre que quiera. Y parece que por el resto de nuestros paisanos también, porque anoche, con los asientos quitados, el teatro estaba prácticamente lleno.

lu dijo...

Dientes largos, Carrascus, anoche me habría venido bien ser bendecida por un mormón o plan similar.

Koloke, ¡no había guitarras! Pero el shock se me pasó en cuanto lo escuché con atención, en 0,2.

Cuando escucho este disco siempre me acuerdo de ti, jesusito.

¡Bieeeeeeeeeeeeen! ¡En ligueros, baby! "I hear a voice from the back of the room...". No se me ocurre mejor manera de escuchar este discazo que estando en ligueros.

Besos!

jesusito 100,000 dijo...

Muchísimas gracias, don Carrascus, a pesar de los dientes largos que tengo después de leer sus recolecciones del concierto ... en efecto, yo soy de los seguidores "de largo recorrido", mi disco preferido de Low sigue siendo "I could live in hope", aunque el "Things we lost in the fire" le sigue de cerca.

Cuenta la leyenda que cuando la gente habla en los conciertos de Low, tocan más bajito para no molestar ...

lu dijo...

La gente que habla en los conciertos es indeseable. Estoy radikal con esto ya.

lu dijo...

Con k.

Koloke dijo...

Señores/as, esto es rocanrol, que se toca con amplificadores: si la gente habla, se sube el volumen, hostia. El que quiera silencio respetuoso entre el público, que vaya a la ópera.
Y el que diga lo contrario será inmediatamente tachado de infame seguidor del malvado imperio indie.
¡Long live rock and roll¡ ¡Muerte a Los Planetas!

TSI-NA-PAH dijo...

Les vi en esta gira presentando este disco!Muy grande , le deben mucho a Back Door pero a pesar de ello tenian personalidad propia.
Un abrazo

lu dijo...

Creo que todas las músicas merecen un silencio respetuoso, Koloke, no sólo la ópera. Está claro que en un concierto de rock hay que pegar chillíos de vez en cuando, o soltar un par de palabras que lo resuman todo (qué caña, menuda mierda), pero ¿contarle tu vida a la persona de al lado? Déjalo para la cervecita de después, qué te cuesta. Que no soporto a la gente que se pone a cotorrear en los conciertos, que no. ¿Para qué van?

¿Back Door, Tsi? Investigaré...

Besos!

carrascus dijo...

Joé, Koloke... que nosotros hemos estado juntos en algunos conciertos y no somos mudos; pero es que a veces los notas te impiden escuchar lo que realmente quieres escuchar. Y lo malo es que cuando ya se te ha metido en el coco la molestia del cuchicheo o de la charla del otro te cuesta concentrarte en lo que viene del escenario.

Pero bueno, esto lo digo por apoyar el comentario anterior de Lu; que sé que lo que tú dices es solo por dar por culo...

Koloke dijo...

Lo digo medio en serio medio pa dar por culo, por supuesto, pero es que detesto que me chisten en un concierto de rock.

Hace poco fui a ver a Los News en un sitio de lo más tranquilo (la FNAC, miércoles a las 8 de la tarde) y un gafapasta se puso a chistar a la gente que hablaba (yo esta vez estaba calladito) y el cantante, en medio del tema, le dijo: "Aquí no se chista, que esto es un puto concierto de rock". Ole.

carrascus dijo...

Claro; es que los que se ponen a chistar molestan igual o más que los que charlan. Está en cada uno saber cuando hablar y cuando no, cuando molesta tu charla y cuando no, cuando es el momento de hacer algún comentario y cuando no... eso que dicen que se llama educación y que a veces escasea bastante...