Otro sueño hecho realidad: ver a mi Elvis en directo. Puestos a pedir, me hubiera gustado más con los Attractions, pero él hace lo que le da la gana y yo le respeto como genio que es. ¿Que quiere sacar un disco con un cuarteto de cuerda? Chachi. ¿Una exquisita cursilada como "North"? Genial. ¿Nueva Orleans? ¿Rocanrol? ¿Trance-maquinita? Que me da igual, Elvis, que yo te sigo allá donde vayas. Tú a lo tuyo, mi vida.
Como siempre que veo a alguien que me vuelve loca, se me fue la pinza y me creí sola entre el público. Chillé, lloré y le dije de todo. Una vergüenza. Pero me da igual, a estas alturas de mi vida me he hecho a la idea de que soy un bochorno de tía y no voy a cambiar. Me creí sola, pero es que a veces me dejaron sola con él. En "Sulphur to sugarcane" fui la única en seguirle el juego gritando su nombre y quedé como una groupie. A mí plin, Elvis, ni yo soy una groupie ni tú eres el Coverdale de la letra, pero qué bien nos lo pasamos jugando a eso los dos. También te arranqué un "I love you" sólo para mí. Ráscate, Diana.
Sin batería, con una banda a lo "bluegrass" y un repertorio para quitar el hipo, dio un conciertazo a su altura, con clásicos de siempre, temas nuevos y versiones estupendas. Cerró con el "Happy" de los Rolling para rematarme del todo, y así me fui, totalmente happy. Además, para redondear aún más la noche, también tuve el placer de conocer a David y a Iván, nuevos amigos que cruzan la línea del mundo virtual y con los que hubo buen rollo desde el segundo cero. Para saber más del concierto os remito al blog de
David, que hace muy buenas crónicas, y para más fotos,
aquí tenéis algunas joyitas de Iván.