martes, junio 25, 2013

Lu recomienda...



Descubrí a Emilia Pardo Bazán gracias a la insistencia de Lula Fortune. "Te va a gustar, Lu, te va a sorprender". No podía llevar más razón mi galleguiña. El blog de Lula es uno de los primeros que visité y de él siempre me he llevado cosas muy buenas, auténticas epifanías como ésta. Por supuesto, leí a Emilia, y me encontré con una amiga invisible con la desgraciadamente no he tenido la oportunidad de compartir tiempo y espacio, una mujer maravillosa. Me sorprendió mucho su prosa sencilla y juguetona, los temas de sus cuentos, tan actuales e incisivos, su sentido del humor y su crítica aplastante al papel secundario que se le daba a la mujer en la época que le tocó vivir. 

Pero claro, una cosa es la literatura y otra la vida real, y siempre la realidad supera a la ficción. Siempre. El caso es que Lula siguió investigando sobre la vida de Emilia más y más, cada vez más, hasta el punto de sentir que estaba "profanando" su intimidad. Sir John Moore, otro bloguero, la acompañó en ese camino y el resultado es este fantástico libro: "Miquiño mío". La blogosfera no deja de sorprenderme, es increíble lo que puede salir de aquí.

¡Yo no sabía que Emilia Pardo Bazán y Benito Pérez Galdós habían tenido una relación amorosa! Bueno, poca gente lo sabe ahora y ¿nadie? lo sabía entonces, todo fue muy secreto y clandestino, lo que otorga a la historia un componente de cotilleo deliciosamente morboso. ¡Emilia y Benito juntos! ¡Flipa!

Si el público supiese que tú y yo...

El libro está compuesto por 93 cartas: una de Galdós (la primera, fechada en abril de 1883) y 92 de Emilia. El epistolario recoge un periodo largo ¡¡¡de 32 años!!! y permite hacerse una composición de cómo fue creciendo y desarrollándose su bonita amistad. Emilia era condesa, se casó joven y tuvo tres hijos muy pronto. Sin embargo, vivió separada del marido y luchó por ser una mujer independiente y emancipada, ganándose la vida con su trabajo como escritora. En este sentido, contó con el apoyo de su padre...

"Mira, hija mía, los hombres somos muy egoístas, y si te dicen alguna vez que hay cosas que pueden hacer los hombres y las mujeres no, di que es mentira, porque no puede haber dos morales para dos sexos". José Pardo Bazán.

Benito, por su parte, era soltero, aunque tuvo muchas aventuras e incluso una hija. Sin embargo, la relación que mantuvo con Emilia puede decirse que fue la más especial, por duración y camaradería. Es apasionante descubrir cómo se citaban en clave por las calles de Madrid, cómo esperaban y celebraban sus encuentros con cartitas y mensajes ocultos en otras cartas más públicas y "formales".

Os dejo un pequeño fragmento de una de las cartas, escrita por Emilia el 5 de octubre de 1889, después de haberse pegado ambos una escapada romántica y secretísima a Alemania. Esta mujer, guapa no era, pero graciosa... un rato.

"Haz por venir pronto, cielo feo, monigote, y mientras no puedas arrancarte de esas playas escríbeme bien largo y dime todo lo que haces y piensas. ¡Cuán grande va a ser mi orgullo si me dices que tus saudades corren parejas con las mías, y que tú también has encontrado en mí la compañera que se sueña y se desea para ciertas escapatorias en que burlamos a la sociedad impía y a sus mamarrachos de representantes!
¿Cómo estás de apetito y sueño? ¿No se resiente tu salud a los extraordinarios deportes viatorios? ¿Cómo anda la viuda del palillo? ¿Has estrenado (para otras) mi corbata?
Imposible parece que después de lo muchísimo que charlamos ya en los fementidos y angostos lechos germánicos, ya en los lujosos vagones, al amparo de los feld-mariscales que nos abrían la portezuela y nos llamaban príncipes, quede todavía una comezón tan grande de charlar más y un deseo tal de verte otra vez en cualquier misterioso asilo, apretaditos el uno contra el otro, embozados en tu capa o en la mía los dos a la vez, o tumbados en el impuro lecho, que nuestra amistad tiernísima hace puro en tantas ocasiones. Sí, yo me acuesto contigo y me acostaré siempre, y si es para algo execrable, bien, muy bien, sabe a gloria, y si no, también muy bien, siempre será una felicidad inmensa, que contigo y solo contigo se puede saborear, porque tienes la gracia del mundo y me gustas más que ningún libro".

¿Habrá piropo más bonito que ese "me gustas más que ningún libro"? Qué mujer más linda, la Emilia...

3 comentarios:

Lula Fortune dijo...

¡Tú si que eres linda! Qué pedazo de abrazo te daba ahora mismo. Gracias, queridísima Lu.

Sir John More dijo...

Apoyo la moción abrazadora. Besos emocionados.

Unknown dijo...

Me parece un español difícil para mi, nunca se sabe :) porque lo que has escrito sobre ella me encanta.
Un bezo
tu(a) petarda