Pero bueno, nunca es tarde. Además, siento que este libro ha llegado en el momento justo, y era en Argentina, aquí, ahora, donde estaba programado que lo tenía que leer. Y quien dice leer, dice devorar.
Los últimos bocados han sido hoy en el avión, en una parada que ha hecho en Ushuaia antes de traernos a El Calafate. ¿Dónde mejor que en la ciudad más al sur del planeta Tierra? Minutos después, todavía con el regusto en la boca, estábamos volando entre las nubes, flipando con un paisaje que no os puedo describir por mucho que me esfuerce en buscar o inventar palabras.
Qué mierda que se haya terminado. Ojalá lo estuviera leyendo todavía.
4 comentarios:
Perdon por las tildes, estoy escribiendo desde el hotel en El Calafate y no hay manera.
Mañana martes vamos a caminar por los glaciares, va a ser un dia GRANDE.
Besos
Enhorabuena... es increible cuando pasa algo así con un libro. A mi me pasó la última vez con "Beatus Ille" de Muñoz Molina.
Da pena que se acaben eh?
Por cierto vaya viajón que os estáis pegando cabrones!!!
Pura envidia... Seguid mandando nuevos episodios... mola!
Sabía que te iba a gustar Bolaño... Yo me enganché
Ahora mismo corrijo las tildes, que me estoy poniendo mala.
Litel!!!!! Pío, pío!!!!! Pero pío, killo.
Inma, HE FLIPADO. Mi carta a los Reyes Magos va a ser monográfica.
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