Allá por el año 1989 (abuelaaa), viendo la tele de madrugada, me encontré con un videoclip que me dejó muerta. Un negro cantaba algo así como "qué bonito es el amor", rodeado de niños pero mejor rollo que Michael Jackson, de fondo sonaba un saxo brutal, un órgano brutal, un bajo brutal, una bateria brutal, unos coros uuuuuuuuu. ¿Quién coño era ese tío? Apunté su nombre corriendo y no paré de dar por culo a mis amigos/as: es güenísimo, lo tenéis que escuchar!!!
Por aquellos tiempos de maricastaña, lo mejorcito en tiendas de música en ésta nuestra ciudad era Sevilla Rock (ulalá), así que allí me planté a buscar el disco. Nada de nada ("¿Lenny Kravitz? ¿Ein?"). No lo tenían. Buaaaa. Mierda puta.
Mientras tanto, pasaban los días, y uno de ellos me topé con otro vídeo. Esta vez el tío llevaba una funda de guitarra e intentaba pillar sin éxito un taxi. La canción era sencilla, minimalista, esquemática, naif,...pero ¡qué buena! Aaaaaahhh, necesitaba ese disco. Buscaba en la radio noche y día a ver si me topaba con alguna de esas canciones que me habían enganchado a la primera escucha.
Hasta que una mañana de Reyes apareció mi novio con un vinilo envuelto en papel de regalo. Se me enrojecieron los ojos y los colmillos afilados me hacían daño en el labio. ¡Dámelo!
Fuimos corriendo a su casa a escucharlo. Era exactamente como yo lo imaginaba y viendo los créditos...¡el tío tocaba todos los instrumentos! Flipé. Y sigo flipando. Me parece una obra maestra. Lo que vino después es una historia de desilusión y desengaño...
...así que, sin lugar a dudas, mi elección es bien sencilla, pincho Let Love Rule.
2 comentarios:
Yo también lo rayé y creo que lo tengo todavia por ahí, me encantabaaa. La verdad es que lo de después fue desilusión pero aún cuando lo veo, me da subidón.
A mí este muchacho nunca me gustó.
Parece wena persona y eso, pero lo que viene siendo la música, no me gusta no.
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